¡Hola, amantes de la lectura! ¿Cómo estáis? ¿Qué tal os está yendo la semana? Espero que muy bien. Hoy os traigo la reseña de La sombra del zorro, la primera de una trilogía escrita por Julie Kagawa. ¡Empezamos!
Hace mil años, el gran dios Dragón fue invocado para conceder un deseo terrible, y la tierra de Iwagoto se sumió en una era de oscuridad y caos. Ahora se concederá un nuevo deseo a aquel que sea el poseedor del Pergamino de las Mil Oraciones.
Criada por monjes en un templo desconocido, Yumeko ha sido entrenada para ocultar su naturaleza. Mitad zorro kitsune, mitad humana, su habilidad para transformarse solo es comparable con su inclinación por las travesuras. Hasta el día en que su hogar es arrasado por demonios del averno y se ve obligada a huir con el mayor tesoro del templo, una parte del antiguo pergamino sagrado.
Kage Tatsumi es un misterioso samurái del Clan de la Sombra, un guerrero que ha recibido la orden de recuperar el pergamino a cualquier precio. Pero el destino pronto une a Tatsumi y Yumeko. Con la promesa de guiarlo hasta el anhelado tesoro, Yumeko establece una peligrosa alianza que le ofrece su mejor esperanza de supervivencia. Pero él busca lo que ella ha escondido, ¿y si su engaño es descubierto?
Con un ejército de demonios pisándole los talones, y acompañada por el más insólito de los aliados, los secretos de Yumeko son más que una cuestión de vida o muerte. Son la clave del destino del mundo.
La mitología japonesa siempre ha sido algo que me ha fascinado y, por eso, no podía dejar escapar la oportunidad de leer esta trilogía escrita por Julie Kagawa. Y, madre mía; no os podéis imaginar lo mucho que me ha gustado. Así que, ya sabéis, si estáis buscando un libro de fantasía con ambientación japonesa, unos personajes muy bien construidos y con mucha acción a raudales, no dudéis en darle una oportunidad porque no os va a defraudar.
La sombra del zorro nos cuenta la historia de Yumeko quien ha sido criada, desde muy pequeña, por los monjes para ocultar su verdadera naturaleza, pues ella es mitad humana, mitad zorro kitsune. Ella fue abandonada en las puertas del Templo de los Vientos Silenciosos cuando tan solo era un bebé y, hasta entonces, ha vivido allí, sin saber nada del mundo exterior, haciendo travesuras y aprendiendo de las enseñanzas de los monjes.
Sin embargo, un día, el templo es arrasado por una horda de demonios y Yumeko se ve obligada a huir con el mayor tesoro del templo, una parte del Pergamino de las Mil Oraciones, un objeto de incalculable valor que es capaz de invocar al gran dios Dragón y que tiene el poder para destruir el mundo si cae en las manos equivocadas. Además, su maestro, antes de morir, le encomienda una misión: llevar la parte del pergamino a otro templo.
Por otra parte, tenemos a Tatsumi, un misterioso cazador de demonios que pertenece al Clan de la Sombra, a quien se le ha encomendado una misión: recuperar la parte del pergamino a cualquier precio. En Yumeko verá la oportunidad de poder conseguir el pergamino, pero esta sabe que no puede fiarse de él. Por ello, Yumeko decide engañarlo al decirle que no tiene la parte del pergamino y establece una peligrosa alianza con él para poder sana y salva al templo. Pero, ¿qué pasará si Tatsumi se da cuenta de su artimaña? ¿O qué, en realidad, Yumeko es una kitsune?
Como ya mencionado anteriormente, La sombra del zorro ha sido un libro que me encantado de principio a fin pues posee todos los elementos necesarios para convertirse en una excelente historia de fantasía: una trama muy trepidante y llena de acción que engancha desde el inicio, un viaje lleno de aventuras, unos personajes bien desarrollados, una gran dosis de mitología japonesa y de fantasía y una ambientación espectacular.
Si en algo destaca La sombra del zorro es, sin duda alguna, su maravillosa ambientación. Se nota el gran esfuerzo y trabajo que ha hecho la autora para documentarse y enriquecerse de la mitología y folclore japonés y plasmarlo con magistralidad y con gran lujo de detalles en su novela. Además, lo hace de tal manera que el lector no llega a saturarse, sino que da la información justa y necesaria sin caer en el temido infodumping. Y es que la mitología y la cultura japonesa impregna cada parte de La sombra del zorro: desde el hecho que la protagonista, Yumeko, sea mitad kitsune, pasando por lo que el otro protagonista, Tatsumi, representa y todos los secretos que oculta (y que iréis descubriendo si os decidís darle una oportunidad a esta novela) y por no mencionar que la trama de la novela se sustenta gracias a la ambientación, pues, como ya veréis, los acontecimientos que se van sucediendo a lo largo de esta van estar muy ligados con ciertas criaturas mitológicas que conforman el folclore nipón. Así pues, en esta novela aparecen numerosos seres como los oni (demonios), los gaki (espíritus atormentados), kamaitachi (un tipo de yokai con forma de comadreja), entre otros, que, en ciertos sucesos de la trama, van a ser el motor que impulse la historia.
Por otra parte, no nos olvidemos de los aspectos sociopolíticos y religiosos de Iwagoto (el mundo ficticio donde se desarrollan los acontecimientos), y es que la autora también plasma con gran riqueza de detalles, por ejemplo, las diferencias abismales que existen entre los distintos estamentos que conforman la férrea jerarquía social feudal, el tema del honor y deshonor que está íntimamente relacionado con los samuráis y los ronin, el asunto de los clanes y los señores feudales, las creencias religiosas y la devoción a los kami (dioses), etc. También creo que es importante señalar que, al final del libro, aparece un glosario (bastante extenso, por cierto) donde se explica el significado de todos los términos japoneses que aparecen a lo largo de la novela (lo cual es de agradecer).
En cuanto a la parte de estilo y narración, he de decir que es un libro que destaca por las grandes descripciones que posee. Además, hay algunos capítulos en los que hay un predominio de la narración frente al diálogo, pero, por primera vez, esto no me ha resultado pesado ni aburrido —y mira que yo no soy muy fan de las descripciones extensas—. En cuanto al estilo de la autora, además de escribir muy bien, lo único que voy a destacar es la forma en la que combina de manera magistral los momentos de tensión con los de humor. En este sentido, a pesar de ser una trama, como ya he dicho en varias ocasiones, trepidante y llena de situaciones en la que la tensión se puede cortar con un cuchillo, la autora también introduce, a través de los personajes, momentos cargados de humor, lo cual ameniza mucho la lectura.
Por último, llegamos a los personajes y, como ya mencionado anteriormente, tanto principales como secundarios, poseen mucha carisma y están muy bien construidos. Los dos protagonistas me han encantado. Yumeko es una protagonista fuerte, dulce y encantadora, y que, a pesar de mostrar cierta ingenuidad —lo cual es totalmente comprensible teniendo en cuenta que ha vivido toda su vida en un templo sin salir al exterior—, no se achanta con nada. Por su parte, Tatsumi, al principio de la novela, se presenta como un personaje solitario, frío, sin sentimientos, sin embargo, conforme vamos avanzando en la historia, nos damos cuenta de que hay una buena razón para que este personaje sea así; llegamos a empatizar con él e, incluso, nos muestra su lado más bondadoso y tierno.
En definitiva, La sombra del zorro de Julie Kagawa es, como ya he dicho en múltiples ocasiones, una novela que me ha sorprendido mucho. A pesar de que la trama, en algunas ocasiones, tiende a volverse algo repetitiva, esto se ve compensado con la ambientación tan espectacular que se nos presenta, además de poseer unos personajes muy carismáticos y acción a raudales. El folklore y la mitología japonesa impregnan cada una de las páginas de las novela, así que, si sois fan de esta cultura y, por supuesto, del género de la fantasía, no dudéis darle una oportunidad.
Créditos:
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¿Habéis leído este libro? ¿Os gustó? Si no lo habéis leído, ¿os ha llamado la atención? ¿Le daréis una oportunidad?
Airin Bartt
