¡Hola, amantes de la lectura! ¿Qué tal estáis? ¿Cómo os está yendo la semana? Espero que muy bien. Yo, si os soy sincera, estoy bastante liada; entre la universidad y el carnet de conducir no doy a basto y, además, no me puedo pasar por aquí tanto como me gustaría. Pero, bueno, no me enrrollo más. Hoy os traigo la reseña de un retelling de la Cenicienta bastante original: Cenicienta ha muerto de Kalynn Bayron. ¡Comenzamos!


Han transcurrido doscientos años desde que Cenicienta encontrara a su príncipe, pero el cuento se ha acabado. Ahora las jóvenes adolescentes son requeridas para asistir al baile anual, donde los hombres del reino seleccionan a sus esposas en base al despliegue de galas y atuendos de las jóvenes. Las chicas que no son elegidas desaparecen sin dejar rastro.
Sophia es una joven de dieciséis años que preferiría más que nada en el mundo casarse con Erin, su mejor amiga, antes de desfilar delante de los pretendientes. Al llegar al baile, toma la decisión desesperada de huir y acaba ocultándose en el mausoleo de la princesa. Allí conocerá a Constance, descendiente de una de las hermanas de Cenicienta.
El hype y las ganas que tenía de leer este libro, desde que la editorial Fandom Books anunciara su publicación, no eran ni normales. A mi me gustan muchísimo los retelling y, aunque es cierto que la Cenicienta nunca ha sido mi cuento (y película de Disney) favorito, este libro, en concreto, sí que me llamaba mucho la intención porque parte de una premisa sumamente interesante y original. Sabía que este libro no me iba a decepcionar; tenía todas las papeletas para convertirse en una buena lectura y realmente ha sido así: he disfrutado muchísimo con este libro. Tiene algunas cosillas que no han terminado de convencerme, pero, en general, Cenicienta ha muerto es un libro que me ha gustado mucho.
Los acontecimientos de Cenicienta ha muerto transcurre mucho tiempos después del cuento original. Han pasado 200 años desde que el Hada Madrina se presentara en casa de Cenicienta (quien vivía con su madrastra y hermanastras crueles y malvadas) y le concediera su mayor deseo: asistir al gran baile con un vestido espectacular, conocer al apuesto Príncipe Encantador, enamorarse locamente de él y casarse para ser feliz por siempre junto con su amado príncipe… ¿Bonito, verdad? ¿Y qué pasaría si esta tierna historia no fuera cierta? ¿Y si todo fuera una mentira para ocultar una verdad aterradora?
Los habitantes del reino creen que el cuento de la Cenicienta y de su príncipe es la única verdad que existe; la leyenda de la Cenicienta es su única tradición y tienen que seguirla a rajatabla. Por ello, todas las chicas, al cumplir los dieciséis años, tienen que asistir obligatoriamente al baile que se celebra anualmente en el palacio del rey, donde serán elegidas por alguno de los hombres que asisten a este baile para casarse y formar una familia con él. De este modo, ellas son trataran como si fueran meros objetos sin ningún tipo de libertad ni poder de decisión.
Nuestra protagonista, Sophia, a pesar de haberse criado con los valores y las costumbres de su reino (que giran en torno a la leyenda de la Cenicienta), le repugna la idea de asistir al baile y de ser elegida por un desconocido para casarse con él. De hecho, Sophia solo desea, por encima de todo, dos cosas: tener un poco más de libertad y ser feliz junto a su amada Erin. Sin embargo, en un lugar tan cruel como el reino de Lille, gobernado por el despiadado rey Manford, donde la mujer es tratada como un mero objeto, los sueños de Sophia no pueden hacerse realidad. La única opción que tiene nuestra protagonista es escapar del reino junto a Erin, pero esto es prácticamente imposible.
No obstante, por una serie de circunstancias, Sophia se ve obligada a huir del baile. Perseguida por los guardias del rey, nuestra protagonista se refugia en la tumba de la mismísima Cenicienta. Allí, conocerá a Constance, descendiente de una de las hermanastras de Cenicienta, y quien se encarga de contarle a Sophia la verdadera historia del cuento de la Cenicienta.
Como ya he mencionado anteriormente, Cenicienta ha muerto es un libro que parte de una premisa muy buena e interesante donde la autora coge el cuento de la Cenicienta y le da un giro de tuerca bastante oscuro y sombrío, regalándonos a los lectores, así, un libro muy novedoso y original. Antes de leer esta novela, no había leído ningún retelling de la Cenicienta, pero sí he leído de otros cuentos, pero no eran tan originales (y, sobre todo, tan arriesgados) como este. Desde el título, Cenicienta ha muerto, el libro ya me llamó mucho la atención (tiene un título bastante potente) y cuando leí la sinopsis (algo que no suelo hacer, la verdad), me atrapó y supe que tenía que leerlo sí o sí.
Narrado en primera persona desde la perspectiva de Sophia, Cenicienta ha muerto es un libro bastante ligero y rápido de leer (se lee en un suspiro). Además, hay que señalar la forma en la que la autora hace uso del ritmo en esta novela que, en mi opinión, es bastante correcto y nunca decae. En este sentido, la autora alterna de manera correcta las partes más pausadas de la trama con las partes más ágiles y de mayor tensión. Además, aunque la primera parte del libro es más introductoria y lenta, no se me ha hecho nada pesada, pues la autora introduce, en su justa medida, detalles muy interesantes para que conozcamos con profundidad el reino de Lille, sus habitantes, sus costumbres, valores y tradiciones y, sobre todo, sus normas y leyes.
Tengo que hacer especial hincapié en el hecho de que, en esta novela, nos vamos a encontrar una sociedad patriarcal y un sistema de gobierno (monarquía) bastante misóginos que trata a las mujeres como meros trozos de carne, y son los hombres quienes ostentan el poder frente a las mujeres: ellos son los cabezas de familia; son quienes toman las decisiones más importantes; son quienes deciden el futuro y el bienestar de las mujeres…, y, en definitiva, puede hacer lo que se les antoje con ellas. Incluso, ellas, cuando cumplen los dieciséis años, siguiendo la tradición del cuento de la Cenicienta, tienen que asistir a un baile donde tienen que llevar sus mejores galas y exhibirse frente a los hombres para que las elijan como sus esposas (si no son elegidas, desaparecen sin dejar rastro). ¿Por qué os cuento otra vez esto? Porque frente a todo esto, nos encontramos con nuestra protagonista Sophia que, si bien no está del todo deconstruida (hay que tener en cuenta que los valores de esta sociedad están fuertemente arraigados en los habitantes del reino de Lille que los siguen muy a rajatabla), se rebela contra todo lo establecido: un rey cruel y un sistema que trata a las mujeres como meros objetos. De este modo, los lectores somos testigos de cómo Sophia se empodera y decide luchar por lo que quiere; por un futuro mejor donde pueda tener derechos y libertades.
Por otro lado, y esto es algo que me ha llamado la atención y me ha gustado mucho, tiene que ver con el hecho de cómo la autora retrata una sociedad "ciega" que sigue unos valores y unas tradiciones injustas sin plantearse ni reflexionar sobre si están bien o están mal. Sin duda alguna, es un reflejo de nuestro mundo; de pequeños/as nos han podido inculcar, consciente o inconscientemente, valores, tradiciones, pensamientos, pequeños detalles…, que son verdaderamente dañinos para un sector concreto de la población (hablo de machismo, homofobia, transfobia, racismo, etc.) y, por ello, es bastante necesario, para evitar ciertos comportamientos o para erradicar esos valores, informarnos y deconstruirnos.
Asimismo, en esta novela encontramos representación LGTB, algo que, en mi opinión, es muy necesario que esté presente en la literatura, sobre todo, en la época en la que vivimos. No obstante, me ha chirriado el instalove que aparece en este libro. A mi los tópicos (o los clichés) no me suelen molestar, al contrario, si están bien desarrollados y justificados me gustan mucho, pero, en el caso de este libro, el instalove lo he visto muy forzado. Además, no me encajaba dentro de la trama porque me ha dado la sensación de que la autora quería meter sea como fuese un romance en su novela.
Por otra lado, creo que la trama y la historia se resuelve de manera muy rápida. Sí es bastante coherente el final, pero, en mi opinión, hay ciertos temas que se quedan en el aire. En este sentido, creo que el libro debería haber tenido unas páginas de más (tiene unas 320 páginas) donde la autora debería haberse explayado y haber profundizado más en ciertos detalles y escenas.
Recapitulando, Cenicienta ha muerto de Kalynn Bayron es un retelling del cuento de la Cenicienta que me ha gustado mucho, a pesar de esos pequeños fallos que he mencionado en los párrafos finales de la reseña; es una novela muy novedosa y original donde la autora coge el cuento de la Cenicienta, le da un giro de tuerca y nos regala una versión más oscura y retorcida del cuento.
Créditos:
¿Habéis leído este libro? ¿Os gustó? Si no lo habéis leído, ¿os ha llamado la atención? ¿Le daréis alguna oportunidad?
Airin Bartt