Reseña #37: Destino - María Martínez

¡Hola, amantes de la lectura! ¿Qué tal estáis? ¿Cómo os está yendo el fin de semana? Espero que muy bien. Hoy os traigo la reseña de la primera parte de la trilogía de Almas oscuras de María Martínez: Destino. ¡Empezamos!

Desde hace siglos, vampiros y licántropos mantienen un pacto que protege a los humanos de un mundo de peligro y oscuridad.

William es uno de ellos, un vampiro temible y letal. El único de su especie inmune al sol. Ese don lo convierte en un ser especial. En la esperanza que su raza necesita. En la llave que los renegados persigue para liberarse de su maldición.

UN PACTO.

UN SECRETO.

UNA VENGANZA.

Nos es fácil librarse de las tinieblas cuando forman parte de tu alma.

Si os soy sincera, yo no soy muy de vampiros (prefiero a los hombres lobo, la verdad); no es que los odie, ni que no me gusten, pero es cierto que, dentro de todas las criaturas sobrenaturales que conocemos, los vampiros no son precisamente mis favoritas. Además, yo no me leí Crepúsculo (solo me he visto las películas) ni Crónicas vampíricas (ni he visto la serie) cuando estaban de moda (en ese momento de mi vida no leía prácticamente nada), pero este año han vuelto el boom de los vampiros y, entre las novedades que han sacado (y algunas tienen pinta de ser muy interesantes), este libro me llamó especialmente la atención (la portada es una belleza). A decir verdad, no ha sido la lectura más apasionante del año (lo leí en diciembre de 2020), pero sí que ha cumplido lo que yo esperaba de esta lectura: entretenerme y  hacerme pasar un buen rato después de un día duro de hacer actividades y trabajos para la universidad.

Desde hace varios siglos, vampiros y licántropos, contra todo pronóstico, mantienen un pacto que protege a los seres humanos de todos los peligros que existen en el mundo y de todos/as los/las que quieren hacerles daño. No obstante, no todos están de acuerdo con esto (los llamados renegados) y harán cualquier cosa para romper con el pacto y conseguir su ansiada libertad. 

En este contexto, nos encontramos con unos de nuestros protagonistas, William, un vampiro con un poder excepcional: es inmune a sol (a diferencia de los demás que se tienen que esconder entre las sombras para poder sobrevivir). Nadie sabe porque tiene este don tan especial, pero todos los codician y harán lo que sea para conseguirlo.

La vida de William cambiará por completo cuando, atormentado por su pasado, decide instalarse en Heaven Falls para reunirse con los Solomon, una familia de licántropos que siguen el pacto y viejos amigos suyos. Allí, en Heaven Falls conocerá a Kate, una humana por la que siente una fuerte atracción. William es consciente de que tiene que alejarse de ella, pues no puede tener una relación amorosa con una humana, pero cuanto más la conoce, más atraído se siente por ella. No obstante, una amenaza se cierne sobre nuestros protagonistas y William tendrá que lidiar con todos esos espectros del pasado que le atormentan. ¿Será capaz de hacerlo? ¿Y qué pasará con Kate? ¿Podrá asimilar el oscuro secreto que oculta William?

Como ya he mencionado anteriormente, Destino de María Martínez no ha sido precisamente una lectura apasionante (me refiero a esos libros que marcan y te dejan huella), pero, indudablemente, ha logrado superar con creces el objetivo que yo buscaba con su lectura: entretenerme y  hacerme pasar un buen rato después de estar todo el día haciendo cosas para la carrera.

A pesar de ello, las primeras 100 páginas me recordaron a Crepúsculo. Yo no me he leído los libros (como ya he dicho en el primer párrafo), pero sí me he visto todas las películas, y hay ciertas escenas que aparecen en Destino que  son similares  a algunas que aparecen en las películas de Crepúsculo (supongo que también aparecerán en los libros de Stephanie Meyer). No obstante, después de estas 100 páginas, la historia de María Martínez coge un rumbo totalmente distinto que, a mí personalmente me ha gustado, aunque beba de los mismos tropos (o clichés) que aparecen habitualmente en los libros de vampiros. Además, bajo mi punto de vista, los personajes, sobre todo, los protagonistas de Destino, son infinitamente más carismáticos.

Por otro lado, el comienzo de este libro es algo lento; es demasiado introductorio. Sin embargo, pasada esta parte más introductoria,  la historia alcanza un ritmo tan vertiginoso y trepidante que me volví adicta al libro. Además, la pluma de María Martínez es fresca y ágil; además utiliza un léxico (y lenguaje) bastante sencillo sin ningún tipo de florituras ni adornos innecesarios; un estilo puro y sencillo que hace que el lector se sumerja y se engache fácilmente a la historia que se nos presenta en Destino.

De este modo, María Martínez parte de una premisa muy buena que a mí, personalmente, me gusta mucho, aunque no es muy original porque es un tropo (o cliché) que está muy extendido en la literatura de este tipo; me refiero a la premisa que se nos anuncia ya en la sinopsis del libro: vampiros y licántropos unidos por un pacto y por una causa común; no dañar a los seres humanos y protegerlos de todos los peligros que abundan en el mundo (incluidos los renegados).

No obstante, el romance no ha terminado de convencerme. Es cierto que hay atracción entre los dos protagonistas; se ve, se palpa esa conexión que existe entre ambos, pero me ha faltado algo de chispa. Me ha faltado ver algo más de enamoramiento. Dicho con otras palabras, me ha faltado ver ese "proceso" de pasar de ser una simple atracción entre William y Kate a amor puro y duro. Personalmente, creo que la autora debería haber profundizado más en este aspecto y el romance entre estos dos hubiese quedado del diez.

Por otra parte, al estar el romance relegado a un segundo plano dentro de la trama, la autora se aprovecha de esto, y explora y profundiza en la psicología de sus personajes (el libro está narrado en tercera persona desde la perspectiva de Kate y William), sobre todo, en el que creo que es el protagonista indiscutible de esta historia: William. De este manera, conocemos a fondo a este personaje tan singular: esa personalidad oscura y atormentada que le caracteriza, sus luces y sombras, sus pensamientos y emociones (a pesar de estar escrito en tercera persona), además de conocer ese pasado tan sombrío que le martiriza y no le deja estar en paz consigo mismo.  No obstante, hay varias cosas —ideas y pensamientos de los personajes— que se repiten mucho a lo largo de la historia y son bastante reiterativos.

En cuanto a los personajes, debo decir que la mayoría son muy carismáticos. Además, tanto personajes principales como secundarios están muy bien desarrollados. Y, sobre todo, William (personaje que me ha gustado bastante) experimenta una gran evolución a lo largo del libro.

En conclusión, Destino de María Martínez, a pesar de no haber sido una lectura tan apasionante como otras que he tenido en el año 2020, sí que me ha entretenido y me ha hecho pasar un buen rato. Además, el final de este libro es sorprendente y lleno de incógnitas a resolver, y me ha dejado con muchísimas ganas de continuar con esta trilogía. En este sentido, si os gustan las historias de vampiros y licántropos, esta es vuestra novela.

Créditos:

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¿Habéis leído este libro? ¿Os gustó? Si no lo habéis leído, ¿os ha llamado la atención? ¿Le daréis una oportunidad?

Airin Bartt